Por Mónica Graciela López
Construyen un microscopio único en Latinoamérica para estudiar la plasticidad neuronal de moscas vivas y entender mejor el reloj biológico.
Francisco Tassara, Julián Gargiulo y Fernanda Ceriani, junto al microscopio que va tomando forma en una sala del Laboratorio de Genética del Comportamiento de la Fundación Instituto Leloir.
El equipo del Laboratorio de Genética del Comportamiento de la Fundación Instituto Leloir avanza en la construcción del primer microscopio de lámina de luz de un solo objetivo de la región.
Buscan observar, en tiempo real, cambios en las neuronas “reloj” de la mosca de la fruta, especie que comparte mecanismos biológicos con los humanos. Esa es la razón por la que se usan estas moscas para este tipo de experimentación, además de su fácil manipulación.
Este proyecto multidisciplinario que incluye biólogos, físicos y bioingenieros, progresa en la construcción de dicho microscopio único en América Latina en una sala especial de la Fundación Instituto Leloir (FIL).
Diseñado a medida y con alto nivel de detalle los cambios que experimentan a lo largo del día las neuronas “reloj” de moscas adultas vivas, algo imposible hasta ahora por las limitaciones de la tecnología disponible, la meta es poder entender mejor el funcionamiento de los ritmos circadianos –períodos de sueño y vigilia con impacto directo en la salud– en un modelo animal que comparte mecanismos biológicos con los seres humanos.
La doctora en Biología Fernanda Ceriani, jefa del Laboratorio de Genética del Comportamiento de la FIL, investiga desde hace años el reloj biológico en moscas de la fruta (Drosophilas melanogaster). Pero quería dar un paso más allá y obtuvo un subsidio de los Institutos de Salud de los Estados Unidos (NIH) por un proyecto que, entre otros objetivos, establecía la construcción de un innovador microscopio.
Como la tecnología actual no le permitía evaluar un proceso tan dinámico en organismos adultos vivos –sino que debía recurrir a imágenes estáticas de un momento determinado–, convocó al doctor en Física Julián Gargiulo, investigador del CONICET en el Instituto de Nanosistemas de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), quien puso toda su creatividad al servicio de las necesidades de la iniciativa. Con la colaboración de su colega Mariano Barella, diseñó un microscopio de última generación, con una lente especial que sólo poseen 20 grupos de investigación en el mundo, que ayudará a Ceriani a comprender más sobre el funcionamiento de las neuronas que marcan el tic tac del cerebro y podría alentar eventuales tratamientos para trastornos derivados de su disfunción.
Debemos recordar que el ritmo circadiano es el que regula nuestra adaptación a entrar en vigilia en las horas nocturnas, y estar alerta en las diurnas. El problema que sufren aquellas personas que no tienen este ritmo correctamente adaptado a las horas del día es, por ejemplo, el insomnio. Una persona con insomnio, puede que llegue a dormirse a las 9 de la mañana. Pero si debe presentarse a trabajar a las 8 o 9 de la mañana del día siguiente, el resultado de su padecimiento es que irá a trabajar sin dormir.
Pero, “El reloj biológico no sólo nos dice cuándo tenemos que ir a dormir; también regula el sistema inmune, la digestión, la temperatura corporal, la presión arterial, el funcionamiento de los riñones, la frecuencia cardíaca y hasta los ritmos de ovulación cada 28 días. Y sabemos que cuando por algún motivo no funciona bien, aumenta la susceptibilidad al desarrollo de ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, infecciones y obesidad”, explicó Ceriani.
La pieza fundamental del microscopio “a medida” es el Snouty, la lente principal del equipo. Sólo otros 20 grupos de investigación en el mundo lo poseen.
“Hace muchos años que trabajo en óptica y en el desarrollo de microscopios a medida, pero nunca para un tema ligado a la biología, para el estudio de un ser vivo. Este proyecto tiene muchos elementos novedosos, es ambicioso y presenta grandes desafíos”, resumió Gargiulo. Y concluyó: “En lo personal, desarrollar una herramienta que no existía para resolver una pregunta que viene desde la biología me genera mucho entusiasmo”.
A mediados de 2021 se instaló la mesa óptica, piedra fundacional del futuro microscopio.
CONCLUSIÓN: SON CIENTÍFICOS, INTEGRAN LA FUNDACIÓN INSTITUTO LELOIR, SON NUESTROS, SON ARGENTINOS. ESTUDIARON EN NUESTRO PAÍS Y NO SE FUERON, AUNQUE SON LOS MEJORES DEL MUNDO, CADA UNO DE ELLOS, EN LO SUYO. SON EJEMPLO DE TRABAJO Y ESFUERZO.
PARA INVESTIGAR, NO ES NECESARIO IRSE LEJOS, SIN IMPORTAR EL GOBIERNO DE TURNO. ESTA ES UNA NOTICIA CIENTÍFICA.
FUENTE: www.leloir.org.ar
Más historias
21 DE SETIEMBRE: DÍA DEL ESTUDIANTE Y COMIENZA LA PRIMAVERA, OFICIALMENTE
20 DE SETIEMBRE: DÍA DE LOS NOVIOS Y DEL JUBILADO
EXITOSO PROCEDIMIENTO CONTRA LA TRATA DE PERSONAS EN ROSARIO, Y EL RESTO DEL PAÍS, EN COLABORACIÓN CON 8 PAÍSES MÁS