El Observador

San Lorenzo

2 de noviembre: Día de Todos los Muertos

Por Mónica Graciela López

El Día de Difuntos es un día festivo religioso celebrado por algunas iglesias cristianas (Iglesias Cristianas Ortodoxas Occidentales, Unión de Utrecht, Comunidad de Provo, Comunión Anglicana e Iglesia Católica), en memoria de los fallecidos.

Está vinculada a la celebración católica del Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos. Tiene como finalidad orar por los fieles que han muerto y por aquellos que se encuentran en estado de purificación en el Purgatorio, de acuerdo a la religión católica.

Esta celebración se sustenta en la doctrina que establece que al morir las almas de los fieles no han sido limpiadas de pecados veniales, o bien no han sido expiadas por trasgresiones del pasado. Debido a que dichas almas no pueden alcanzar la Visión Beatífica, se realizan rezos y el sacrificio de la misa.

Existen algunas creencias populares y de origen pagano acerca del Día de los Difuntos. Por ejemplo, los campesinos de varios países católicos tienen la ferviente creencia que en la noche de los difuntos los muertos vuelven a las casas donde habitaban antes de fallecer.

En Argentina, el día de difuntos era feriado nacional y las multitudes se agolpaban para visitar las tumbas de sus seres queridos. Fue el gobierno militar, de la década de los ’70, el que quitó el feriado. No obstante, la gente seguía concurriendo a los cementerios.

De todas maneras, este día se vive de diferente forma en la región del noroeste, en el litoral, el centro o el sur. En los pueblos y ciudades de las provincias, el Día de Todos los Muertos sigue siendo muy respetado y recordado. Las personas concurren a los cementerios a visitar a sus seres queridos, llevar flores, arreglar sus tumbas y solicitan oraciones en las misas por ellos.

Países que celebran este día y rinden homenaje a sus seres queridos que han partido, son: Argentina, México, Bolivia, Ecuador, El Salvador, España, Francia, Guatemala, Panamá, Perú, y Venezuela.

Hasta la década del ’70, en Argentina, tanto el 1° como el 2 de noviembre, eran días no laborables, que se dedicaban a ir a Misa, a visitar a los difuntos en los Cementerios, o colocar flores a los retratos hogareños, manteniendo un clima de recogimiento, respeto y oración.