EL CAMPO Y LA CIUDAD

Por Mónica Graciela López

Hace, no tantos años, la diferencia entre el campo y la ciudad, era mucho más fácil de aprender para los niños.

A los que vivían en zonas rurales, los llevaban a una excursión a la ciudad más cercana, y a los citadinos, nos daban un paseo de refrescante campo híper abarcativo, en la Exposición Rural. En cada uno de esos paseos, los niños no sólo tenían la oportunidad de observar los establecimientos agrícolas, sino que, además, a medida que pasaba el tiempo, se presentaban orgullosamente las empresas que fabricaban máquinas cosechadoras, sembradoras, desmalezadoras o vehículos utilitarios especializados para los caminos rurales.

Poco a poco, “La Rural” de la ciudad de Rosario, por ejemplo, se convirtió no sólo en una exposición para el campo, sino, además, ya en la década del 80, en un espacio en el que los industriales, tanto grandes, como medianos y pequeños, pudieron acceder al comercio, vendiendo sus productos a otros países, patrocinados por el gobierno de la Provincia de Santa Fe.

A diferencia de aquellos tiempos, a los niños de esta época, hay que enseñarles las diferencias entre lo que significa vivir en el campo o la ciudad, con imágenes y actividades de los libros. Y luego tienen que estudiar (casi de memoria) los elementos presentes en cada ambiente, para la evaluación.

CONCLUSIÓN: SI PUEDEN, LLEVEN A SUS NIÑOS DE CIUDAD A LA EXPOSICIÓN RURAL, DE LA CIUDAD QUE SEA. QUE NO SE PIERDAN NINGUNA.