El Observador

San Lorenzo

Los escándalos de abusos sexuales contra menores en la Iglesia Católica

La Iglesia Católica se ha visto salpicada en todo el mundo por una oleada de escándalos sexuales contra menores, que han dado lugar a numerosas investigaciones, como la publicada este jueves en Alemania.

 

Durante su viaje a Chile en enero de 2018, el papa Francisco defendió al obispo chileno Juan Barros ante la sospecha de haber encubierto los delitos sexuales de un sacerdote ya mayor. Luego dio marcha atrás e invitó a algunas de las víctimas a Roma y convocó a todos los obispos chilenos.

Estos últimos presentaron su dimisión en bloque tras la reunión. Algunas de ellas, como la del obispo Barros y la del arzobispo de Santiago de Chile, el cardenal Ricardo Ezzati, acusado de encubrir a los sacerdotes, fueron aceptadas.

En octubre de 2018, los tribunales chilenos ordenaron a la Iglesia pagar 450 millones de pesos (671.000 dólares) en compensación a tres víctimas.

– Estados Unidos –

El papa Francisco destituyó en febrero de 2019 al excardenal estadounidense Theodore McCarrick, de 88 años, acusado de agresión sexual hace casi medio siglo. Primera vez que un cardenal es «reducido al estado laico» por tales cargos.

En 2018, una investigación de la fiscalía de Pensilvania descubrió abusos sexuales, encubiertos por la Iglesia Católica de ese estado, perpetrados por más de 300 «sacerdotes depredadores» contra al menos mil niños.

El escándalo obligó a dimitir al anterior arzobispo de Pittsburgh, Donald Wuerl.

En la década de 2000, según una amplia investigación del Boston Globe, la jerarquía de la diócesis, y en particular el exarzobispo Bernard Law, encubrió sistemáticamente los abusos sexuales cometidos por unos 90 sacerdotes durante décadas.

Refugiado en el Vaticano tras renunciar al arzobispado, Bernard Law murió en 2017.

La Iglesia estadounidense recibió denuncias de más de 18.500 víctimas de abusos sexuales por parte de más de 6.700 clérigos entre 1950 y 2016, según bishop-accountability.org.

– Australia –

El cardenal George Pell fue condenado en 2019 a seis años de prisión por la violación y la agresión sexual de dos monaguillos en 1996 y 1997 en la catedral de San Patricio, en la ciudad de Melbourne (sureste), donde era arzobispo.

Su condena, confirmada en apelación, fue anulada por el tribunal superior de Australia, que lo absolvió en 2020 ante el beneficio de la duda.

En mayo de 2018, el arzobispo australiano Philip Wilson fue declarado culpable de encubrir las agresiones cometidas por un sacerdote en la década de 1970. Su condena fue anulada en apelación en diciembre de 2018.

– Alemania –

Desde 2010, se han revelado cientos de casos de abusos sexuales a menores en instituciones religiosas, incluso en el elitista Canisius College de Berlín. En 2017, un informe de investigación reveló que al menos 547 niños del coro católico de Ratisbona sufrieron presuntos abusos, incluida la violación, entre 1945 y principios de la década de 1990.

En 2018, una investigación de un consorcio de investigadores universitarios descubrió que al menos 3.677 niños fueron abusados sexualmente entre 1946 y 2014 por 1.670 clérigos. La mayoría nunca fueron castigados.

El jueves, un informe independiente encargado por la Iglesia alemana identificó 314 menores abusados sexualmente por 202 clérigos o laicos entre 1975 y 2018 en la diócesis de Colonia.

– Irlanda –

En la década del 2000, las acusaciones de abusos sexuales durante años contra 14.500 niños implicaron a las instituciones de la Iglesia. Varios obispos y sacerdotes, acusados de encubrir los abusos, fueron sancionados.

Durante su viaje a Irlanda en 2018, el papa se reunió especialmente con una víctima del sacerdote Tony Walsh, que abusó sexualmente de niños durante casi dos décadas antes de ser expulsado y encarcelado.

– Francia –

En 2019, el cardenal Philippe Barbarin fue condenado en primera instancia a seis meses de prisión en suspenso por no denunciar las agresiones sexuales a menores cometidas por el sacerdote Bernard Preynat a unos 70 jóvenes scouts entre 1986 y 1991.

Fue absuelto en apelación en 2020. Sin embargo, el papa aceptó su dimisión.

Bernard Preynat, por su parte, fue condenado en 2020 a cinco años de prisión.

A principios de marzo, una comisión independiente sobre los abusos sexuales en la Iglesia francesa estimó que el número de víctimas podría alcanzar «al menos 10.000» desde los años 1950.