Por Andrés Sharretta
Las instituciones intermedias que trabajan sin otro interés que el de la solidaridad y un fin común: ayudar a un grupo de personas hoy, dichas asociaciones, se encuentran, ante las necesidades económicas, atadas a subsidios del estado o de la política.
Para seguir realizando o sosteniendo sus actividades, la pregunta que muchos están empezando a hacerse es: si el fin justifica los medios.
El dinero que viene a través de subsidios, en el caso particular del senador Armando Traferri, quien actualmente es cuestionado por la Justicia, tiene un fin, el cual es poder ser reelecto y, así, evadir, nuevamente, a través de los fueros senatoriales, los requerimientos judiciales.
En el caso de las instituciones intermedias, la necesidad de un calefactor las obliga a sacarse una foto con el senador y quedar absortos, quienes las integran, de la utilización de su imagen para la propia campaña política del posible futuro senador.
La delgada línea entre lo aceptable y lo inaceptable queda velada por la escasez de los más débiles o de aquellos que, realmente, buscan el bien común mientras que, del otro lado, corren esa línea para ponernos a todos a la misma altura, diluyendo su propio bajo accionar.
Qué puedo hacer un director de escuela que es intimado a sacarse la foto con el senador, que representa para los chicos y la comunidad educativa, una mejor calidad de calefacción, cuando la carencia del artefacto es imperiosa. ¿Con qué cara ese director mira a los ojos a los padres para decirles: confíen en nosotros a sus hijos? ¿Qué puedo hacer el presidente de un club que no le alcanza con su cuota societaria para reparar los baños y tiene que sacar su foto con el senador para que los niños que asisten al predio disfruten de un lugar higiénico y en condiciones para hacer deportes?
Y sí, de alguna forma, esas fotos los transforma en cómplices de Traferri. Tienen la opción de decirle que no. O que espere el mecanismo que la política posee articulado, para que la necesidad no tenga cara de hereje y ponga en esta difícil y oscura decisión a quienes buscan, honradamente, a través de su entrega de tiempo y esfuerzo, el bien común.
Mientras tanto, Traferri sigue firmando cheques y buscando sus compañeros ocasionales de “click”, dibujen la mejor sonrisa para su campaña.
En julio de 2020, la La Cámara de Apelaciones declaró la inconstitucionalidad del alcance de los fueros que impide que un legislador santafesino pueda ser procesado.
Mientras pulseaba la investigación sobre su persona, con el MPA santafesino, subía este Tweet, orgulloso, el 31 de mayo de 2021.
Hoy estuve en Roldán inaugurando una delegación del Ministerio Público de la Acusación, en compañía del intendente José María Pedretti, el presidente de la Corte Suprema Roberto Falistocco, la fiscal Regional, María Eugenia Iribarren, y el fiscal General, Jorge Baclini.
“Esta nueva delegación significa para Roldán un mejor acceso al servicio de justicia. Es garantizar el acceso a la justicia y brindarle a la comunidad una herramienta para mejorar la seguridad”. Armando “Pipi” Traferri.
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