REBELIÓN EN NUESTRA GRANJA

Por Andrés Sharretta

Estamos ingresando a un nuevo paradigma, en el que parece que en Argentina se está imponiendo un nuevo formato social. Se trata poner límites y separar lo bueno de lo malo, dirigentes políticos corruptos se enfrentan a una justicia mucho más ágil y comprometida, viendo tambalear los andamiajes de descomposición, tolerados hasta el momento.

Sería hipócrita sostener que estos hechos se iniciaron ayer. Estamos hablando de la utilización del poder solo para delinquir, directa o a través de interpósitas personas, desde el juego clandestino, pasando por la trata de personas no hay un artículo del código penal que no se haya quebrantado, especialmente aquellos que configuran lo que llamamos “delitos complejos”, casualmente, por su complejidad para ser investigados, halladas las pruebas y determinados sus responsables.

Lo que podríamos llamar verdaderas encarnaciones del mal, que esta sociedad, hoy, se dispuso sacar a luz, exponerlas y castigarlas.

Distintos anuncios en redes sociales muestran fotos de hechos de corrupción, de distintos dirigentes políticos de variados partidos, como López con sus bolsos, valijas de dinero que entraban por la Aduana, mesas de dinero, la vicepresidente condenada en primera instancia y, por supuesto, nuestro senador Armando Ramón Traferri quien, desde hace tiempo, juega en las ligas mayores y hoy, está en la mira de la justicia y los encabezados de los medios nacionales. Estos últimos no dejan de sorprenderse del currículum que el senador logró ganarse, con el paso de los años, y como lo pudo mantener en el sótano de su mansión.

Pocos se han animado a enfrentar a los fiscales acusadores, como se lo ve en un video viralizado, en el cual, aparentemente, el senador Traferri, invita y busca para pelear a los fiscales de la causa que lo tienen comprometido y que, por una cuestión de fueros, no se le podría tomar, aún, la audiencia imputativa.

La nación +, Clarín, A 24, portales de diferentes provincias y de todo el país, no dejan de destacar, los distintos hechos de deshonestidad a los que se vincula a Traferri, en lugar de destacar su labor parlamentaria, la que se desconoce.

 LA REBELIÓN EN NUESTRA GRANJA ya comenzó, quién sabe cuándo y cómo terminará.