Por Mónica Graciela López
ACLARACIÓN: BUSQUÉ ALGUNA OTRA VERSIÓN CON VIDEO DE ESTE TEXTO DE RENÉ LAVAND, PERO NINGUNA VOZ LE HACE HONOR A SUS PALABRAS, SEGÚN MI HUMILDE OPINIÓN.
¿Es así? ¿Alguna vez te ocurrió? ¿Un ser querido esperó tu llegada para dar su último suspiro?
Esa persona a quien hacía mucho que no veías o el familiar al que visitabas frecuentemente, pero ya a las puertas de su partida definitiva, por razones laborales, había pasado un tiempo que no veías, te avisan que está grave, llegas a reencontrarte con él y al rato se va… Algunos de tus allegados, murmuran: lo/la estuvo esperando, la/lo amaba un montón.
Personalmente, sí me ocurrió. No importa con quién, sino el hecho que esa anécdota contextuada en una guerra, bien puede ser el pasaje de la vida de cualquiera de nosotros.
Gracias Don René Lavand (24 de septiembre de 1928, Buenos Aires – 7 de febrero de 2015, Tandil), por recordarnos que existieron personas que ahora son ángeles custodios, que tanto nos adoraron, que fueron capaces de esperarnos para que nos pudiéramos despedir de ellos, antes de morir, porque SABÍAN QUE ÍBAMOS A IR.
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