UNA VOZ Y UN TEXTO SUBLIMES

Por Mónica Graciela López

Los shows de realidad suelen ser formatos todos iguales que se repiten, de país en país. Da la impresión que, una vez que alguien inaugura una idea, eso se itera hasta el cansancio, con variaciones mínimas, a través de las décadas.

Lo que sí sorprende, es la cantidad de nuevos talentos que aparecen de edades y aspectos tan diversos, que uno se pregunta: ¿cómo es posible que triunfen los “desafinadores” y estos sorprendentes iluminados sigan escondidos?

Aquí les va un ejemplo de esos que me conmovió por su edad, por su sencillez, por su seguridad, por su técnica, por el uso perfecto del instrumento y, fundamentalmente, por la originalidad del género que interpretó.