Por Mónica Graciela López
El fiscal Diego Luciani pidió doce años de prisión para la vicepresidente Cristina Fernández, en la causa de Vialidad, además de su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. A continuación, el titular del Poder Ejecutivo de nuestro país, el abogado Alberto Fernández llamó a la vicepresidente, con quien, obviamente, no está enojado porque, de lo contrario, hubiera estado feliz.
La Confederación General del Trabajo (CGT) es una asociación de trabajadores que se define anarcosindicalista y, por tanto: de clase, autónoma, autogestionaria, federalista, internacionalista y libertaria, según el artículo 1 de los Estatutos de la misma. Sin embargo, esa CGT, hoy cerró filas con el Ministro de Economía, Sergio Massa, diputados, senadores, e intendentes oficialistas en cuanto a repudiar el alegato de Luciani.
La cereza del postre fue lo vertido por el Presidente en sus redes sociales: «Hoy es un día muy ingrato para alguien que, como yo, se ha criado en la familia de un juez, se ha educado en el mundo del derecho y enseña Derecho Penal hace más de tres décadas. Vuelvo a transmitir mi más profundo afecto y solidaridad a la vicepresidenta», pisoteando una vez más la división de poderes.
Finalmente, completaron el mensaje de segregación ciudadana con un comunicado oficial de Presidencia, en el que el Ejecutivo agregó que «el Gobierno Nacional condena la persecución judicial y mediática contra Cristina Fernández de Kirchner que quedó expresada hoy». Es un mensaje discriminatorio porque utilizó nuestro medio oficial, para expresar sentimientos personales. Algo que el resto de nosotros no podemos hacer, es decir, utilizar las redes oficiales de la Casa de Gobierno Nacional.
El artículo 1° de nuestra Constitución Nacional establece que: La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal, según lo establece la presente Constitución.
Representativa: significa que el pueblo gobierna por medio de representantes que elige por el voto.
Republicana: se basa en la división, control y equilibrio entre los 3 Poderes: El Poder Legislativo: que hace las leyes. El Poder Ejecutivo: que ejecuta las leyes. El Poder Judicial: que interpreta las leyes y las hace cumplir a través de sus sentencias.
Federal: permite que convivan dos clases de gobiernos, los gobiernos provinciales (ya que cada provincia se gobierna a sí misma) y el gobierno federal, que abarca todo el territorio de la Nación.
Este sistema de gobierno nuestro, tan utilizado en casi todo el globo terráqueo, es la REPÚBLICA DEMOCRÁTICA. En él, el pueblo detenta la soberanía y, en uso de ella, elige su forma de gobierno, es gobernante: “gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”
La DEMOCRACIA mantiene mecanismos de comunicación y diálogo permanente entre gobernantes y gobernados, así como de respeto a los derechos y libertades fundamentales, dentro de una justa estructura socioeconómica.
Por supuesto que, no existen las fórmulas perfectas para solucionar problemas sociológicos, porque las ciencias humanísticas no son exactas. Puede que nuestro República Democrática parezca defectuosa, pero cada vez que lo duden, háganse esta pregunta: ¿por qué miles de personas se lanzan al mar Mediterráneo en botes atestados, con apenas lo puesto, para llegar a Europa, todos los días?… En el mismo sentido: ¿por qué millares de migrantes intentan caminatas kilométricas o el cruce del mar Caribe, todo para llegar a Estados Unidos? ¿Será que sus países de origen son tan terribles, que huyen despavoridos y ni vale la pena esperar al acceso a un boleto de avión?
La REPÚBLICA apoya su esencia en establecer la libertad; que será más capaz de ser efectiva en un sistema moderado. La separación de poderes es un medio para ese fin. Por ello, propone distribuir los poderes a diferentes órganos, de modo que los poderes de algunos limiten los poderes de otros.
ESA SEPARACIÓN DE PODERES ES LO QUE DEBEMOS DEFENDER, PARA QUE NUESTRO FUTURO REPUBLICANO SEA UNA REALIDAD.
(Les dejo una actividad)
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